¿Infección por Helicobacter pylori? Esta es la única prueba fiable que debes hacerte

La prueba de detección de Helicobacter pylori es fundamental para el diagnóstico y tratamiento de diversas enfermedades gástricas, como la gastritis crónica y las úlceras gastroduodenales. Entre las múltiples opciones diagnósticas disponibles, existe consenso en torno a un método no invasivo, seguro y muy preciso que actualmente se considera la elección más fiable en la práctica clínica estándar.

¿Qué es Helicobacter pylori y por qué es importante detectarlo?

Helicobacter pylori es una bacteria gram-negativa en forma de espiral capaz de colonizar la mucosa gástrica. Su presencia está asociada a un mayor riesgo de enfermedades como gastritis, úlceras pépticas e incluso cáncer gástrico, dada su capacidad inflamatoria y la alteración del microambiente estomacal. El diagnóstico adecuado y la erradicación de la infección son elementos clave para prevenir complicaciones y recurrencias de estas afecciones.

Una vez que el paciente presenta síntomas como dolor abdominal, dispepsia o antecedentes de úlceras, el médico considerará la necesidad de realizar una prueba confirmatoria para detectar esta infección. Elegir el método más fiable es fundamental para evitar falsos positivos o negativos y garantizar un tratamiento adecuado.

Métodos de diagnóstico: comparativa y fiabilidad

Existen varios métodos reconocidos para detectar la presencia de Helicobacter pylori:

  • Prueba de aliento con urea
  • Prueba de antígenos en heces
  • Pruebas serológicas (anticuerpos en sangre)
  • Biopsia gástrica con histología y test de ureasa rápida (a través de endoscopia)
  • Prueba molecular (PCR) en heces

Sin embargo, no todos presentan la misma precisión ni utilidad práctica. Las pruebas serológicas, por ejemplo, han quedado relegadas dada su incapacidad de diferenciar una infección activa de una pasada, por lo que no se recomiendan como método de primera línea. Por su parte, la biopsia gástrica es muy precisa, pero invasiva y reservada para casos seleccionados, como cuando existen hallazgos endoscópicos sospechosos o la indicación de evaluar lesiones gástricas.

Las pruebas recomendadas actualmente en situaciones generales, tanto para el diagnóstico inicial como para el control de erradicación tras el tratamiento, son la prueba de aliento con urea y la prueba de antígeno en heces. Entre ambas, la literatura médica señala que la prueba de aliento con urea es, en la mayoría de los casos, la más fiable y precisa.

La prueba de aliento con urea: la “gold standard” no invasiva

La prueba de aliento con urea consiste en la administración oral de una pequeña cantidad de urea marcada con un isótopo no radiactivo. Si Helicobacter pylori coloniza el estómago, produce una enzima llamada ureasa que descompone la urea en amoníaco y dióxido de carbono. Este dióxido de carbono marcado se absorbe a la sangre y se elimina por los pulmones, donde se recoge a través del aliento exhalado. La medición de esta sustancia permite una confirmación confiable de la infección activa.

Ventajas de la prueba de aliento

  • No invasiva y sin dolor, evitando molestias gástricas o complicaciones relacionadas con procedimientos invasivos.
  • Alta sensibilidad y especificidad: Estudios demuestran una sensibilidad superior al 92% y especificidad cercana al 100% cuando se compara con biopsias gástricas y pruebas de ureasa rápida, consideradas los métodos de referencia en diagnóstico.
  • Resulta ideal tanto para el diagnóstico inicial como para evaluar el éxito de la erradicación tras un tratamiento, evitando la persistencia o resistencia bacteriana.
  • El procedimiento dura pocos minutos y los resultados están disponibles en un corto plazo.

Sin embargo, existen factores que pueden interferir en la exactitud de la prueba, como el uso reciente de antibióticos o inhibidores de bomba de protones (medicamentos antiácidos), por lo que suele recomendarse suspenderlos algunos días antes del examen para evitar falsos negativos.

Comparación con otras pruebas habituales

La prueba de antígeno en heces también ofrece un elevado rendimiento diagnóstico, especialmente en niños o en casos donde el acceso a la prueba de aliento está limitado. Sin embargo, puede presentar una ligera variabilidad en la precisión según el tipo de ensayo y la manipulación de las muestras. La PCR en heces es aún más precisa y permite la detección de resistencia a antibióticos, pero no está disponible de forma generalizada y su costo suele ser superior.

La opción de realizar una biopsia durante una endoscopia queda reservada para circunstancias específicas, como la sospecha de lesiones tumorales o cuando fallan los métodos no invasivos. Por último, las pruebas serológicas pueden resultar útiles únicamente donde no sea posible ninguna otra alternativa.

Indicaciones, preparación y seguimiento tras el diagnóstico

La elección de la mejor prueba debe determinarla el médico atendiendo a las características del paciente, sus síntomas y condiciones médicas concomitantes. La prueba de aliento con urea es ideal en la mayoría de adultos y adolescentes, especialmente cuando existen síntomas sugerentes de dispepsia, antecedentes familiares de cáncer gástrico, o como seguimiento tras completar la terapia de erradicación.

Es fundamental seguir ciertas indicaciones antes de la realización:

  • Suspender antibióticos al menos cuatro semanas antes de la prueba.
  • Evitar el uso de inhibidores de bomba de protones o antiácidos potentes al menos dos semanas antes.
  • Acudir en ayunas, según indique el laboratorio.

Posteriormente, si la prueba resulta positiva, se indica el tratamiento, habitualmente basado en una combinación de antibióticos y fármacos antiácidos. Es importante repetir la prueba, preferiblemente la misma prueba de aliento, entre 4 y 8 semanas tras finalizar la terapia para confirmar la erradicación exitosa de la bacteria y evitar recaídas o resistencia microbiana.

Importancia del diagnóstico precoz y consejos finales

Detectar de forma oportuna la infección por Helicobacter pylori permite instaurar el tratamiento adecuado, previniendo posibles complicaciones graves como hemorragias digestivas, recurrencia de úlceras e incluso la aparición de tumores gástricos a largo plazo. Consultar precozmente ante síntomas persistentes permite un abordaje individualizado y elegir la prueba de aliento con urea como primera alternativa en la mayoría de casos proporciona un diagnóstico fiable, rápido y seguro tanto en el primer estudio como en el seguimiento de la erradicación.

El avance de las técnicas diagnósticas y la mayor disponibilidad de métodos no invasivos permite actualmente optimizar la experiencia del paciente y mejorar el pronóstico a largo plazo. La prueba de aliento se mantiene como la opción más precisa, cómoda y respaldada por la evidencia científica internacional.

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