Cuando un bono del tesoro vence, el emisor —usualmente el gobierno— tiene la obligación de devolverte el capital invertido, también conocido como principal, junto con el último pago de intereses si corresponde. Este proceso está perfectamente reglamentado, lo que otorga a los inversionistas una gran seguridad sobre el destino de su dinero al finalizar el plazo originalmente pactado.
¿Qué significa que venza un bono del tesoro?
El vencimiento de un bono ocurre en la fecha previamente establecida en la que el emisor debe reembolsar al inversionista el total del capital inicial que fue prestado a través de la compra del bono. Durante la vida del bono, el inversor ha ido recibiendo pagos periódicos, llamados cupones, que corresponden a los intereses pactados al momento de la compra. Estos pagos pueden ser semestrales o anuales, según las condiciones del bono.
Cuando llega la fecha de vencimiento:
¿Cómo y dónde se recibe el dinero?
Al adquirir un bono del tesoro —sea a través del Tesoro Público, una entidad bancaria o una plataforma de inversión— el comprador debe especificar una cuenta bancaria para los abonos futuros. Tanto los intereses periódicos como el capital al vencimiento se transfieren directamente a la cuenta designada, la cual debe estar a nombre del titular de los valores.
El proceso es automático y seguro:
¿Qué ocurre si el titular no cambia la cuenta o hay incidencias?
Es imprescindible que la titularidad de la cuenta bancaria coincida exactamente con la de la cuenta de valores donde resides los bonos. Si no coinciden, los fondos no serán abonados y pueden quedar retenidos hasta resolver la discrepancia. Por ello, es recomendable actualizar tus datos personales y bancarios si has cambiado de entidad financiera o de cuenta durante la vida del bono.
En situaciones como:
Opciones tras el vencimiento: reinversión y alternativas
Una vez recibes el capital y el último cupón, puedes elegir distintas alternativas para tu dinero:
Consideraciones sobre el rendimiento a vencimiento
El rendimiento a vencimiento es el indicador clave a tener en cuenta. Calcula la rentabilidad total que habrás obtenido si mantuviste el bono hasta el final de su vida y recibiste todos los cupones previstos más el principal. Este rendimiento es conocido y seguro desde el momento de la compra, a diferencia de otros instrumentos sujeto a mayores incertidumbres.
No obstante, si adquiriste tu bono en el mercado secundario o lo vendiste antes de vencimiento, tu rendimiento final puede diferir debido a la variación de los precios de los bonos según las tasas de interés y el riesgo percibido en cada momento.
¿Qué pasa si el emisor quiebra?
Una de las principales razones por la que los bonos del tesoro son tan valorados es por el bajo riesgo de impago: los gobiernos suelen honrar sus deudas por razones reputacionales y legales. Sin embargo, en casos excepcionales de default o reestructuración (quiebra soberana), el proceso de devolución del principal podría verse afectado, retrasado o incluso no ejecutarse, dependiendo de las condiciones de reestructuración acordadas con los acreedores. Para la mayoría de los países desarrollados, este escenario es sumamente improbable.
Aspectos fiscales a tener en cuenta
Al momento de recuperar el capital invertido y los intereses generados durante la vida del bono, debes tener presente la tributación de estos rendimientos:
Conviene asesorarse con un profesional contable o fiscal si tienes dudas, ya que las normativas pueden variar y la correcta declaración es fundamental para evitar sanciones.
En resumen, al vencimiento de tu bono del tesoro, el proceso es transparente y automático: recuperas tu inversión inicial en la cuenta bancaria registrada y se produce el último abono de intereses correspondiente. Ese capital puedes reinvertirlo, diversificarlo o utilizarlo según tus necesidades y estrategia financiera. Es crucial seguir las recomendaciones oficiales y mantener actualizados tus datos personales para evitar contratiempos en el cobro.








